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¿SOY PERSONA QUE PROCRASTINA?

PARA DEJAR DE APLAZAR LAS OBLIGACIONES

Si eres de los/as que retrasa las cosas que tiene pendiente por hacer y luego se siente mal por ello, puede que seas un/a profesional de la procrastinación. La procrastinación es la tendencia que tienen las personas a postergar actividades prioritarias y anteponer actividades menos urgentes, insignificantes o poco provechosas. Algunas de las características más comunes en las personas que continuamente procrastinan son: baja autoestima; falta de autoconfianza, de autocontrol; conductas desorganizadas; perfeccionismo e impulsividad (Otero et al., 2023).

¿Por qué procrastinamos? 

Entre los factores asociados con la procrastinación encontramos los siguientes:

  • Creencias y expectativas asociadas a una baja autoeficacia o autoconcepto.
  • Estado emocional relacionado con estrés, ansiedad y miedo al fracaso.
  • Déficit en la regulación de las emociones.
  • Indecisión al momento de tomar acciones iniciales.

De hecho, la tendencia a procrastinar se debe en gran medida a la intolerancia que las personas tienen a las emociones difíciles que deben enfrentar cuando realizan ciertas tareas y Tim Pychyl, profesor de Psicología en la Universidad Carleton en Canadá, citado por Lieberman (2019), indica que “la procrastinación es un problema de regulación de emociones, no un problema de gestión de tiempo”.

Tipos de procrastinación 

Se han propuesto diferentes clasificaciones para explicar los tipos de procrastinación, aquí te mostramos la presentada por los investigadores, en la cual las personas son divididas en procrastinadoras miedosas y procrastinadoras rebeldes:

  • Miedosas: suelen ser indecisas, continuamente experimentan miedo al fracaso, prefieren actividades en las que les sea más sencillo alcanzar resultados exitosos y padecen altos niveles de ansiedad en situaciones de evaluación.
  • Rebeldes: se muestran molestas cuando perciben altos estándares de exigencia, culpan a los demás cuando se atrasan en la puesta en marcha de tareas, buscan resultados positivos con poco esfuerzo y tienen baja tolerancia a la frustración.

¨La procrastinación es un problema de regulación de emociones, no un problema de gestión de tiempo”.

Tim Pychyl

Funcionamiento de la procrastinación 

Al aplazamiento de tareas importantes se le puede entender a través de 3 momentos o etapas, como las que te indicamos a continuación:

  1. La persona procrastinadora se compromete a realizar una tarea.
  2. Genera pensamientos quejosos con respecto al progreso de la tarea y a su incompetencia para planearla o efectuarla.
  3. Tiene creencias automáticas negativas asociadas con la baja autoeficacia.
Imagen de Freepik

Lo negativo de postergar

Las personas que suelen procrastinar tienen la probabilidad de sufrir niveles elevados de estrés y ansiedad, trastornos que les afectan física y mentalmente, provocando bajos niveles de satisfacción en el trabajo, la escuela y la vida en general.

¿Cómo dejar de procrastinar? 

Aunque seas experto/a en procrastinación es posible desaprender este hábito con esfuerzo y enfoque a través de poner en práctica las siguientes estrategias:

  1. Autoconciencia: El primer paso es que reconozcas y aceptes que tienes un problema con la procrastinación.
  1. Ponte metas: Establece metas específicas y alcanzables. Si tienes una tarea compleja, divídela en metas más pequeñas y manejables.
  1. Prioriza: Una vez identificadas las tareas a realizar, identifica las más importantes y ejecútalas primero, de esta manera te sentirás más productivo/a y motivado/a.
  1. Elabora un plan de acción: Crea un plan detallado para cada tarea, si las desarrollas por pasos será un proceso menos abrumador.
  1. Asigna plazos: Establece plazos de tiempo realistas para concluir cada tarea, así mantendrás un sentido de urgencia.

Imagen de rawpixel.com en Freepik
  1. Suprime las distracciones: Identifica y evita las distracciones de tu entorno, por ejemplo, encontrando un lugar silencioso para trabajar, usando aplicaciones bloqueadoras de sitios web, o bien, silenciando o apagando tu teléfono.
  1. Aplica la regla de los dos minutos: Si alguna de tus actividades la puedes ejecutar en menos de dos minutos, realízala de inmediato y deslíndate de ésta.
  1. Ayúdate con la técnica Pomodoro: Consiste en trabajar en lapsos de tiempo cortos, como 25 minutos de trabajo continuo seguidos de 5 minutos de descanso.
  1. Aprende a lidiar con las emociones difíciles: Identifica esos pensamientos asociados con la procrastinación para reducir tus niveles de angustia y estrés. Algunas intervenciones psicoterapéuticas como las cognitivo-conductuales trabajan sobre las creencias irracionales generadoras de respuestas emocionales negativas a las que te cuesta enfrentarte cuando se presentan tareas desafiantes.

Beneficios de ser productivo/a 

Además de seguir las anteriores recomendaciones, recuerda cultivar la motivación para sentirte más implicado/a en lo que haces y no olvides reconocer y celebrar tus logros, de esta manera reforzarás el comportamiento positivo. Cuando eliminas la procrastinación, comienzas a gozar de los beneficios de ser productivo/a, como disfrutar tu tiempo libre sin sentirte culpable por no haber finalizado antes alguna tarea importante y experimentar satisfacción a nivel personal y laboral o académico.


Referencias

Freepik. (2023). Foto gratuita mujer de negocios pensativa usando teléfono móvil mientras se relaja en la oficina. [Fotografía]. Freepik. Imagen de Drazen Zigic en Freepik

Lieberman, C. (2019). Procrastinar no es un asunto de holgazanería, sino de manejo de las emociones. The New York Times. https://www.nytimes.com/es/2019/03/26/espanol/como-evitar-la-procrastinacion.html

Open AI. (2023, noviembre 14). Desaprender procrastinación: Estrategias. [Mensaje en un servicio de chat]. https://chat.openai.com/share/f2ac898c-b4ce-4b18-97e1-9eab3c6004ab

Otero-Potosi, S., Fuertes-Narváez, M. E., Casanova-Imbaquingo, L., Arichábala-Vallejos, D., y Freire-Reyes , K. (2023). La Procrastinación: Una Exploración Teórica. Ciencia Latina Revista Científica Multidisciplinar, 7(3), 76-93. https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v7i3.6065

*El contenido de este artículo se redacta sólo con fines informativos. No puede servir como diagnóstico, tratamiento o recomendación de un profesional. Consulta con tu especialista ante cualquier duda.
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