Comprendiendo los mommy issues
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Cuando decides formar una familia, probablemente te enfrentas a preguntas complejas: ¿cómo quieres criar?, ¿qué valores deseas transmitir?, ¿cómo evitar repetir patrones dañinos? Tal vez en tu infancia viviste momentos difíciles con tu madre, o incluso hoy te descubres reaccionando con tu hija o hijo de maneras que juraste evitar. Todo esto tiene relación con los estilos de crianza y lo que popularmente se conoce como mommy issues.
¿Qué son los estilos de crianza?
Los estilos de crianza son patrones consistentes de comportamiento que los padres y madres adoptan para educar, guiar y relacionarse con sus hijas/os. Uno de los modelos más reconocidos es el de Diana Baumrind (1966), quien propuso cuatro estilos principales:
- Autoritario: exigente y poco afectivo. Las reglas se imponen sin negociación.
- Permisivo: afectivo pero con escasa disciplina. Los límites casi no existen.
- Negligente: ni afecto ni control. Hay ausencia emocional y física.
- Democrático o autoritativo: combina firmeza con afecto. Se establecen límites claros y se promueve la autonomía.
Cada estilo tiene un impacto diferente en el desarrollo emocional de tu(s) hijo(s). Por ejemplo, si adoptas un estilo democrático, es probable que favorezcas la autoestima, la regulación emocional y la capacidad de resolver conflictos. En cambio, si tu crianza es autoritaria, puede que tus hijos se vuelvan inseguros o dependientes de la aprobación externa (Baumrind, 1966; Darling y Steinberg, 1993).

¿Y cómo se relaciona esto con los mommy issues?
El término mommy issues suele usarse en redes sociales para describir las heridas emocionales derivadas de una relación disfuncional con la figura materna. Aunque se dice con humor, este concepto encierra realidades complejas. Si tu madre fue sobreprotectora, fría, crítica o ausente, es posible que hayas desarrollado inseguridades, miedo al abandono o dificultades para confiar en otras personas.
Estos problemas no desaparecen mágicamente al convertirte en madre o padre. A menudo, los repites inconscientemente. Puedes exigir a tus hijas/os lo que no tuviste, o evitar todo tipo de límites por miedo a parecerte a tus propios cuidadores. La crianza, entonces, se convierte en un terreno fértil para sanar… o para perpetuar ciclos.
Según estudios recientes, las experiencias adversas en la infancia, especialmente con la madre, pueden influir en los estilos de apego y en la salud mental a largo plazo (Sroufe, Egeland, Carlson y Collins, 2005). Si no trabajas tus propias heridas, puedes transmitirlas sin darte cuenta.

Romper el ciclo
Reconocer que tienes mommy issues no es una condena, es un punto de partida. Pregúntate: ¿Qué aprendiste de tu madre que no quieres repetir? ¿Cómo puedes construir una relación diferente con tus hijas/hijos? ¿Qué tipo de madre/padre necesitas ser para criar desde el amor y no desde el miedo?
Buscar orientación psicológica puede ayudarte a identificar patrones, regular tus emociones y adoptar un estilo de crianza más consciente. También es importante informarte y compartir tus experiencias con otras personas que estén en procesos similares.
Como señalan Rodrigo y Palacios (1998), la calidad del vínculo afectivo temprano influye de manera decisiva en el desarrollo emocional y social. Por eso, cada pequeño acto de cuidado, validación y escucha que ofreces a tus hijas/os, cuenta.
En resumen
Tu estilo de crianza importa. Y tu historia también. Los mommy issues no se superan negándolos, sino enfrentándolos con valentía y compasión. Si decides mirar hacia adentro, puedes romper ciclos, construir relaciones sanas y darle a tu(s) hijo(s) lo que quizá tú no tuviste: una infancia donde se sintieran vistos, seguros y amados.
Si te gustaría recibir la ayuda de un orientación en crianza, puedes consultar excelentes opciones aquí:
Este artículo se hizo con información de:
Baumrind, D. (1966). Effects of Authoritative Parental Control on Child Behavior. Child Development, 37(4), 887–907. https://doi.org/10.2307/1126611
Darling, N., y Steinberg, L. (1993). Parenting style as context: An integrative model. Psychological Bulletin, 113(3), 487–496. https://doi.org/10.1037/0033-2909.113.3.487
Rodrigo, M. y Palacios, J. (1998). Familia y desarrollo humano. Alianza Editorial.
Sroufe, L. A., Egeland, B., Carlson, E., y Collins, W. A. (2005). The development of the person: The Minnesota study of risk and adaptation from birth to adulthood. Guilford Press.
*El contenido de este artículo se redacta sólo con fines informativos. No puede servir como diagnóstico, tratamiento o recomendación de un profesional. Consulta con tu especialista ante cualquier duda.




