La libertad de expresarte puede salvarte
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Callar lo que sientes también enferma. Tal vez pienses que guardar silencio te hace fuerte, pero cuando reprimes tus emociones, no desaparecen; se acumulan y terminan por afectar tanto tu mente como tu cuerpo.
¿Por qué callar duele?
Reprimir emociones (como tristeza, enojo, miedo o frustración) no las elimina, sólo las convierte en malestar latente. Esa carga puede transformarse en ataques de ansiedad, migrañas, tensión muscular, problemas digestivos, debilitamiento del sistema inmune, rigidez corporal, presión arterial elevada y hasta enfermedades sin causa aparente. Cuando tu cuerpo somatiza, está gritando lo que tu mente no se permite expresar (Flores, 2021).

El psicoanalista Juan Francisco Zapata, del Hospital Christus Muguerza en Monterrey, explica que:
Si no trabajas la raíz emocional del problema, tu cuerpo y tu sistema nervioso van a seguir desgastándose, porque reaccionan como si estuvieras en peligro permanente. Ese estado consume muchos recursos energéticos y, con el tiempo, deteriora tu salud en distintos ámbitos (El Diario, 2023).
¿Y expresarte? Esa libertad que sana
Expresar lo que sientes es vital para tu bienestar físico y emocional. Decir lo que te pasa (ya sea hablando, escribiendo o creando) te ayuda a liberar tensión, encontrar alivio y mejorar tus relaciones personales y profesionales (Instituto Americano de Formación e Investigación, 2023).
Ser honesta u honesto contigo misma/o fortalece tu inteligencia emocional y te acerca con mayor empatía a quienes te rodean. Además, expresarte disminuye los niveles de cortisol (la hormona del estrés) y aumenta la serotonina y la dopamina, sustancias clave para sentirte mejor, conectar con los demás y aliviar la ansiedad.

Cómo empezar a expresarte (aunque suene difícil)
| Lo que puedes hacer | Cómo te ayuda |
| Nombrar lo que sientes, aunque sea para ti. | Reconocer y ponerle nombre a tus emociones les da un espacio para salir y evita que te controlen. |
| Escribir en un diario o hablar con alguien de confianza. | Abres la válvula emocional: sacas lo que te pesa y te sientes más ligera/o o con más entusiasmo. |
| Expresarte de forma creativa (arte, música, movimiento). | Canalizas lo que no puedes decir con palabras, liberas emociones y encuentras nuevas formas de sanar. |
| Buscar espacios seguros para compartir. | A veces sólo necesitas a alguien que te escuche sin juzgar. También puedes buscar apoyo profesional si sientes que es demasiado para manejar sola/o. |
| Fortalecer tu red de apoyo emocional. | Recibir cariño (como un abrazo) reduce el estrés y te ayuda a sentir conexión, bienestar físico y emocional. |
En resumen para ti
Callar no es fortaleza; al contrario, te enferma. Guardar lo que sientes desgasta tu salud física y emocional. Pero cuando te expresas (con tu voz, con tinta, con arte o con ayuda) encuentras alivio, claridad y un camino hacia el bienestar. La libertad de expresarte puede salvarte, porque te recuerda que mereces ser escuchada/o: primero por ti, y luego, si lo deseas, por otras personas.

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Este artículo se hizo con información de:
Flores Carretero, E. (2021). Las 7 formas como te puede afectar la represión emocional. Instituto Europeo de Inteligencias Eficientes IEIE. https://www.ieie.eu/represion-emocional/#%C2%BFComo_afecta_la_represion_emocional
El Diario. (2023). Cuando reprimir las emociones te enferma. https://www.eldiariodechihuahua.mx/salud/2023/nov/18/cuando-reprimir-las-emociones-te-enferma-513453.html
Instituto Americano de Formación e Investigación. (2023). Los beneficios de expresar las emociones. https://pnliafi.com/coaching/expresar-las-emociones/
*El contenido de este artículo se redacta sólo con fines informativos. No puede servir como diagnóstico. tratamiento o recomendación de un profesional. Consulta con tu especialista ante cualquier duda.




