EDUCAR DESDE Y PARA LA PAZ

Niñas y niños que saben transformar los conflictos

Tiempo de lectura: 4 min.

¿Existe alguna ley para prevenir la violencia escolar?

En México, la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes (LGDNNA, 2014) establece que todas las NNA tienen derecho a recibir una educación de calidad, basada en el respeto a la dignidad humana y a los derechos fundamentales. Esta ley también indica que las autoridades federales, estatales y municipales deben promover la convivencia escolar armónica y crear estrategias que impulsen la discusión, el debate y la solución pacífica de los conflictos.

Estadísticas de violencia escolar

A pesar de este marco legal, las cifras siguen siendo preocupantes. De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) del INEGI (2022), citada por la Red por los Derechos de la Infancia en México (2023), en nuestro país había 11.7 millones de estudiantes entre 12 y 17 años durante 2022, de los cuales el 28% declaró haber sido víctima de acoso escolar en el último año.

Causas del acoso escolar

Un estudio realizado por Aznar et al. (2008) identificó diversas razones que detonan el acoso escolar como expresión de violencia:

  • Niñas y niños agresores/as que se sienten ofendidos/as o frustrados/as, o que perciben provocaciones constantes de otras personas.
  • Quienes acosan por diversión, para hacer una “gracia” o jugarle una broma a otros/as.
  • Algunos/as lo hacen como una forma de evitar ser acosados/as ellos/as mismos/as.

El estudio también señala que estas conductas no surgen de manera espontánea, sino que se aprenden. Los medios de comunicación, el uso excesivo de internet y las TIC influyen en la normalización de la violencia, que después se proyecta en la escuela. Así, los “más fuertes” ejercen poder sobre los “más débiles”, reproduciendo dinámicas del mundo adulto. Como afirma Rojas Marcos (1995): “nadie se vuelve violento u hostil sin tomarse el tiempo necesario para aprenderlo”.

Educación para la Paz

La obra del pedagogo Xesús Jares, reseñada por Herrero (2003), destaca la importancia de la Educación para la Paz, cuyo desarrollo histórico incluye movimientos como la Escuela Nueva, la noviolencia, la UNESCO y la investigación para la paz. En sus inicios, la Escuela Nueva parecía demasiado utópica al concebir a la educación como la salvadora de todos los problemas del mundo. Sin embargo, con la investigación para la paz se plantean objetivos más realistas y alcanzables.

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¿Qué significa educar para la paz?

Jares plantea que educar para la paz es un proceso que impulsa a las personas a utilizar opciones pacíficas para transformar los conflictos. Esto implica negar la violencia, pero no los conflictos, pues estos son naturales, necesarios y hasta positivos para el desarrollo personal y el cambio social.

¿Cómo generar una educación para la paz?

Aunque la idea resulta atractiva, Jares advierte que el propio sistema educativo reproduce dinámicas violentas, al clasificar a los y las estudiantes según sus calificaciones, fomentar la competitividad, el individualismo, la xenofobia, el conformismo y la pasividad. Frente a este panorama, propone alternativas como:

1. Democracia participativa

Impulsar la participación democrática dentro del aula y del centro educativo, fortaleciendo la autonomía, la cooperación y la corresponsabilidad en la toma de decisiones. En este contexto, los conflictos tienen más posibilidades de resolverse pacíficamente.

Estrategias para la democracia participativa:

  • Asambleas de clase.
  • Planes de trabajo.
  • Cooperativas escolares.
  • Biblioteca del aula.
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2. Juegos cooperativos

Los juegos cooperativos son actividades lúdicas que fomentan la colaboración en lugar de la competencia, promueven la comunicación y colocan a todas y todos los estudiantes en un plano de igualdad. Además, transmiten valores y códigos sociales positivos.

Ejemplos de juegos cooperativos:

  • Simulaciones.
  • Actividades de clarificación y concienciación de valores.
  • Juegos de roles.
  • Estudios de caso.
  • Dilemas morales.
  • Textos literarios.

Para la convivencia escolar

El acoso escolar es un problema serio que exige acciones concretas. Incorporar la Educación para la Paz con herramientas como la participación democrática y los juegos cooperativos puede mejorar las relaciones entre estudiantes, entre docentes y alumnado, así como favorecer la transmisión de valores y la resolución pacífica de los conflictos.

Pero la tarea no corresponde sólo a la escuela: también es fundamental que tú, como mamá o papá, participes activamente en la formación de tu hijo/a. Educar para la paz es una responsabilidad compartida, y sólo juntos podremos construir una convivencia escolar más justa, respetuosa y armónica.

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Este artículo se hizo con información de:

Aznar Díaz, I., Cáceres Reche, M. P. e Hinojo Lucena, F. J. (2008). Formación integral: educar para la convivencia y la paz. Revista Iberoamericana De Educación, 46(5), 1-16. https://doi.org/10.35362/rie4651957

Herrero Rico, S. (2003). Educar para la Paz: Un Reto en el Nuevo Milenio. Convergencia Revista De Ciencias Sociales, 10 (33). 285-298. https://convergencia.uaemex.mx/article/view/1593

Ley General de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, [L.G.D.N.N.A.], Reformada, Diario Oficial de la Federación [D.O.F.], 4 de diciembre de 2014, (México).

Red por los Derechos de la Infancia en México. (2023). Violencia escolar en México (2019-2022).  Red por los Derechos de la Infancia en México. https://blog.derechosinfancia.org.mx/2023/06/22/violencia-escolar-en-mexico-2019-2022/

Rojas Marcos, L. (1995). Las semillas de la violencia. (11.a ed.). Espasa Calpe. 

*El contenido de este artículo se redacta sólo con fines informativos. No puede servir como diagnóstico, tratamiento o recomendación de un profesional. Consulta con tu especialista ante cualquier duda.

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